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Jean Dubost,
una empresa de patrimonio vivo
Jean Dubost: Empresa de Patrimonio Vivo
Una empresa de patrimonio vivo es aquella que combina tradición e innovación, know-how y creatividad, trabajo y pasión, herencia y futuro.
Jean Dubost fue galardonado con el sello EPV «Empresa de Patrimonio Vivo» en 2012. Vea en francés el sitio web de «Entreprise du patrimoine vivant»: www.frenchsavoirfaire.com.
El sello EPV es una distinción del Estado francés otorgado por una comisión nacional independiente compuesta por profesionales a favor de trabajar con prácticas que garanticen la excelencia dentro de su sector o actividad profesional.
Se concede por cinco años y reúne a fabricantes que logran un alto rendimiento en su profesión y productos. Recompensa a empresas franceses que ofrecen excepcionales conocimientos artesanales e industriales.


Jean Dubost: Empresa de Patrimonio Vivo
Una empresa de patrimonio vivo es aquella que combina tradición e innovación, know-how y creatividad, trabajo y pasión, herencia y futuro.
Jean Dubost fue galardonado con el sello EPV «Empresa de Patrimonio Vivo» en 2012. Vea en francés el sitio web de «Entreprise du patrimoine vivant»: www.frenchsavoirfaire.com.
El sello EPV es una distinción del Estado francés otorgado por una comisión nacional independiente compuesta por profesionales a favor de trabajar con prácticas que garanticen la excelencia dentro de su sector o actividad profesional.
Se concede por cinco años y reúne a fabricantes que logran un alto rendimiento en su profesión y productos. Recompensa a empresas franceses que ofrecen excepcionales conocimientos artesanales e industriales.
EL SELLO EPV
En efecto, la empresa Jean Dubost, fundada en 1920, sigue guiándose por la misma pasión y por el amor del trabajo bien hecho. La transmisión ininterrumpida de sus conocimientos de generación en generación desde 1920 es la garantía de que usted está adquiriendo productos de una calidad sin parangón.
Algunos procesos de producción, como es el caso de las series de cubiertos Laguiole, los cuchillos de cocina Jean Dubost, Le Thiers y otras cuberterías, se requiere un pulido a mano y un montaje y acabado habilidosos típicos de un cuchillero tradicional. Solo personas altamente cualificadas logran cumplir estos requisitos. Ofrecemos un servicio de asesoramiento de primera categoría, ya que nuestro mayor empeño es satisfacer los requerimientos de nuestros clientes.
Eso, junto a nuestra dedicación por un proceso de fabricación que ofrezca una cumplida calidad en cada parte del proceso, es lo que nos ha permitido obtener el sello EPV: Como ardientes partidarios del concepto «fabricado en Francia», para nosotros ha sido un honor recibir este sello y ser considerados uno de los tesoros de la herencia de fabricación francesa.
«Las EPV son las joyas de la economía francesa y una herencia cultural que tenemos el deber de proteger».
Sylvia Pinel, Ministra de Artesanía, Comercio y Turismo .
EL SELLO EPV
En efecto, la empresa Jean Dubost, fundada en 1920, sigue guiándose por la misma pasión y por el amor del trabajo bien hecho. La transmisión ininterrumpida de sus conocimientos de generación en generación desde 1920 es la garantía de que usted está adquiriendo productos de una calidad sin parangón.
Algunos procesos de producción, como es el caso de las series de cubiertos Laguiole, los cuchillos de cocina Jean Dubost, Le Thiers y otras cuberterías, se requiere un pulido a mano y un montaje y acabado habilidosos típicos de un cuchillero tradicional. Solo personas altamente cualificadas logran cumplir estos requisitos. Ofrecemos un servicio de asesoramiento de primera categoría, ya que nuestro mayor empeño es satisfacer los requerimientos de nuestros clientes.
Eso, junto a nuestra dedicación por un proceso de fabricación que ofrezca una cumplida calidad en cada parte del proceso, es lo que nos ha permitido obtener el sello EPV: Como ardientes partidarios del concepto «fabricado en Francia», para nosotros ha sido un honor recibir este sello y ser considerados uno de los tesoros de la herencia de fabricación francesa.
«Las EPV son las joyas de la economía francesa y una herencia cultural que tenemos el deber de proteger».
Sylvia Pinel, Ministra de Artesanía, Comercio y Turismo .